17.04.2019

Los mejores consejos para llegar a ser un fotógrafo de bodas que destaca en la multitud

Marianne Chua

Marianne Chua es una galardonada fotógrafa de bodas que vive en Londres y cuya fotografía de eventos, con aire documental, sugerente, atrevida, estilizada, ha hecho que se gane el reconocimiento de todo el mundo. En 2017, la publicación sobre fotografía de EE. UU. Rangefinder Magazine la nombró como una de sus 30 estrellas ascendentes en fotografía de bodas, lo que venía a complementar los varios premios de Fearless Photographers y Wedding Photojournalism Association que ha ganado Marianne. Su estética poco usual se debe en parte a su falta de formación en fotografía y a que ignora las normas del reportaje de boda. Tras terminar su doctorado en Psicología, Marianne aprovechó una azarosa oportunidad con la fotografía profesional cuando una amiga la contrató tras ver las fotografías que había hecho con una cámara de juguete. En unos pocos años, la actitud proactiva de Marianne hacia la profesión la llevó a un rápido crecimiento y a dedicarse a esta actividad a tiempo completo, lo que incluye un breve flirteo con la fotografía de música en directo de artistas como P!nk, Stevie Wonder o Florence + The Machine. Más recientemente, Marianne ha ido perfilando su estilo distintivo, caracterizado por formas potentes y colores en contraste, y aplica su perspectiva del mundo a eventos privados, corporativos y artísticos como fotógrafa independiente. Actualmente, Marianne es la fotógrafa de Secret Cinema, la mayor compañía de teatro inmersivo del Reino Unido. Más allá de la fotografía, Marianne aboga por reivindicar a las mujeres en su sector y ha organizado y enseñado en varios talleres con este objetivo, además de recibir invitaciones para hablar en todo tipo de conferencias y talleres sobre fotografía y en el evento The Photography Show.

Cómo ser un fotógrafo de bodas único

Si eres un fotógrafo de bodas Fujifilm, probablemente ya eres alguien que no tiene miedo a apartarse del camino trillado, pero cuando se trata de fotografía de marketing y álbumes, muchos fotógrafos de bodas no ponen en práctica las ventajas de presentarse como autores únicos y exclusivos. Se presentan como “hombres orquesta” capaces de hacer de todo, aceptan toda propuesta de álbum que reciben, a veces se sienten presionados para bajar sus precios cuando compiten con otros fotógrafos disponibles e intentan atraer a cualquiera para pagar las facturas. Sin embargo, creo que ese planteamiento presenta varias desventajas:

1) Si tejes una red amplia e indiscriminada, lo más probable es que acabes fotografiando para parejas con las que realmente no te entiendes, o incluso algo peor, que no te gustan nada. El principal incentivo de trabajar por cuenta propia es el lujo de elegir: en un trabajo normal nunca elegirías activamente trabajar para un jefe que no te gustara, entonces ¿por qué hacerlo ahora? Si no te estimula ni te emociona tomar fotografías para esa pareja, tampoco tendrás mucha energía y pasión durante el día y tu satisfacción por el trabajo será muy inferior. En cambio, si disfrutas de verdad del día de la boda, tus niveles de energía y, en consecuencia, las fotografías que tomes, probablemente mejorarán. Además de notarse en tus fotografías, si te entiendes bien con la pareja probablemente también te sentirás y entenderás bien con sus amigos. Si todo va así de bien, es mucho más probable que te contraten gracias al boca a oreja en el futuro.

2) También repercute en el tiempo y el esfuerzo. Si intentas atraer a todo el mundo, lo más probable es que recibas cincuenta correos electrónicos indiferentes de personas que simultáneamente están comprando en otra parte. Tendrás que hacer más tareas de administración y empezarás la interacción con el cliente desde una posición de tener que trabajar duro para asegurarte su interés. La otra opción es que te dirijas únicamente a tu nicho de mercado ideal. Sí, recibirás menos correos electrónicos, pero si cada una de esas consultas aterriza en tu buzón de entrada cargada ya de gran entusiasmo por contar CONTIGO, lo más probable es que no hayan escrito a nadie más. En muchos casos, su decisión ya está tomada y gran parte del “esfuerzo de ventas” ya lo han hecho por ti.

3) Lo más probable es que topes con un techo de precios. La manera en que yo veo personalmente el sector es que hay dos tipos de fotógrafos: “proveedores” y “artistas”. No hay nada malo con ninguno de esos métodos, pero sí que afecta a cómo exhibes tu trabajo. Un fotógrafo “proveedor” es alguien que busca fotografiar cualquier boda que se le ponga por delante, normalmente con la buena voluntad de suministrar lo que la pareja necesita sin mucho acento personal. Como esos fotógrafos se presentan como “hombres orquesta”, suelen topar con un techo de precios y no pueden ir más allá, porque siempre habrá alguien más barato que ofrece fotografías igual de buenas. El fotógrafo “artista” es alguien que esencialmente dice: este es mi trabajo, así es cómo hago fotografías, puedes elegir entre contratarme o no. Como resultado, las parejas que les contratan están comprando más que un conjunto de fotografías, compran todo lo que el fotógrafo aporta: la experiencia, la persona, el ojo. Para la pareja que se casa, eso es algo irrepetible y por lo tanto te convertirás en alguien de un valor incalculable.

Aquí, el mensaje clave es no tener miedo de expresar tu auténtica voz creativa y tener como objetivo tu nicho de mercado de parejas ideal. Soy una fotógrafa de bodas que conseguí fotografiar bodas a tiempo completo en mi primer año en el negocio y desde entonces he estado plenamente ocupada cada año y, además, he conseguido fotografiar exclusivamente para mi público objetivo. Recibo comentarios eufóricos de parejas felices, me tratan muy bien el día de la boda y cuento con muy buenas referencias de clientes, tanto de las parejas como de los invitados a la boda, por lo que apenas tengo que gastar dinero en marketing.

Cómo me aseguro de que atraigo a mis clientes perfectos

Ahora que ya has decidido que te gusta cómo suena convertir tu negocio en una marca más específica, quizá te estés preguntando cómo llegar hasta ahí. Aquí encontrarás información inicial sobre cómo empezar:

1) Primero, tienes que averiguar cuál es tu cliente ideal. Para ello puedes empezar desde lo que ya tienes o desde cero. Elige diez de tus bodas favoritas que has fotografiado e intenta identificar algunos rasgos comunes entre esas parejas. En algunos casos será el aspecto, en otros será su personalidad. Como alternativa, si tienes la sensación de que todavía no has fotografiado a tu pareja ideal, puedes anotar cómo sería con una pareja imaginaria. Profundiza en los detalles sobre sus estilos de vida, elementos clave de su personalidad, incluso ¡ponles nombre!

2) En segundo lugar, asegúrate de que las fotografías que tienes en tu sitio web son acertadas. Tu sitio web es la plataforma de marketing más importante para ti y debes reflexionar mucho sobre cómo hacer que sea como una micropresentación de 60 segundos súper eficaz. Por lo tanto, teniendo esto en cuenta:

  • Muestra lo que quieres fotografiar. Y muestra solo eso. Tu sitio web no es un anuncio de lo que pasa el día de una boda, todas las parejas saben que habrá un intercambio de anillos y un beso, por lo que no necesitas mostrar cada una de las partes importantes de una boda en orden cronológico. Por ejemplo, si no te gusta hacer fotografías de grupo, no pongas fotografías de grupo en tu página de inicio.
  • Asegúrate de que las parejas pueden ver las similitudes entre ellas, su boda y las fotografías de tu catálogo, por ejemplo, porque el recinto es similar, y asegúrate de que las parejas que muestras reflejan al cliente ideal que ya has identificado.
  • Debes ser estricto contigo mismo y mostrar solo fotografías que personifican tu estilo distintivo. Procura que la edición y el aspecto de las fotografías sea coherente.

3) Conecta con tus clientes ideales demostrando tu personalidad en el texto de tu sitio web. Esta es una de las cosas que a los fotógrafos suele costarnos más: somos creativos con las fotografías, pero no necesariamente con las palabras. No temas expresar de una manera bastante literal quién eres e incluso qué es lo que te gusta fotografiar y para qué tipo de personas te gusta hacer fotografías. Sí, son cosas que pueden alejar a algunas parejas, pero recuerda que se trata solo de atraer a tu nicho de mercado ideal. Las parejas buscan muy rápidamente en muchos sitios web, por eso es esencial captar su atención con el mínimo esfuerzo de su parte, en lugar de hacer que tengan que leer párrafos prolijos o remilgados para conocerte y saber qué haces.

4) Recuerda: una vez que la pareja te contrate, tienes que asegurar desde las primeras reuniones cómo será su futura experiencia contigo y lo que esperan de ti, lo que harás el día de su boda y que las fotografías que entregues sean coherentes con tu mensaje de marca. Podrías poner todos los esfuerzos en conseguir gustar a la pareja lo suficiente para que te contraten, pero si acaban pensando que eres demasiado diferente de la impresión que has dado en tu sitio web y creen que no eres sincero, no te convertirás en un recuerdo positivo y duradero. Si te aseguras de que tu marca es auténtica según lo que eres tú mismo, te será mucho más fácil mantener una experiencia positiva con tus parejas ideales.