03.06.2019

Vence tus miedos de la fotografía urbana - Parte 1

Brian Lloyd Duckett es un fotógrafo urbano profesional que dirige talleres por Reino Unido y Europa. Con la X100F como arma preferida, dispara exclusivamente con productos Fujifilm. En esta guía, que consta de tres partes y fomenta la autoconfianza, Brian ofrece una aproximación a sus lecciones para que mejores como fotógrafo urbano.

¿Y qué problema hay?

Una de las preguntas que me hacen con mayor frecuencia en mis talleres suele ser algo como: «¿Cómo puedo superar el miedo de fotografiar a gente desconocida en plena calle?»

Ya seas un principiante en el mundo de la fotografía urbana o un profesional experimentado, habrás escuchado a muchos hablar sobre «vencer tus miedos». Existen talleres (e incluso libros) dedicados íntegramente a este asunto y son numerosas las opiniones sobre la mejor forma de abordar el tema.

En mayor o menor medida, la incomodidad a la hora de fotografiar a otras personas es algo que la mayoría experimentamos en algún momento, y todos tenemos un modo personal de afrontarla. Unos logran romper la barrera y disparan, otros acaban bajando los brazos y pasan a fotografiar algo diferente, y otros aprenden nuevas habilidades que les ayudan a lidiar con estas dificultades. Incluso los fotógrafos urbanos más curtidos llegan a experimentar esta sensación, traduciéndose esta en una leve molestia o incluso en un miedo incontrolable.

En términos psicológicos, el miedo es un mecanismo de defensa, esto es, un sistema de alarma que nos previene ante situaciones de peligro. Cierta dosis de miedo no tiene por qué ser algo negativo, pues nos mantiene alerta y puede hacernos generar la adrenalina necesaria para obtener la imagen deseada. Por otra parte, el miedo también puede llegar a ser un factor de bloqueo que nos impida tomar imágenes. Ello provoca que algunos tiren la toalla a las primeras de cambio y se olviden de la fotografía urbana.

Yo siempre he afrontado la fotografía urbana desde el punto de vista de un periodista fotográfico y la he realizado con la férrea convicción de tener todo el derecho a ello. Que conste que yo jamás he tenido ningún problema reseñable. Cuando he notado cierta contrariedad, sonrío y me alejo del lugar (y entiendo que es más fácil decirlo que hacerlo). Dicho esto, más adelante ofreceré un «consejo fundamental» que cambiará las formas del juego.

Antes de abordar el asunto en profundidad, detengámonos un momento a reflexionar sobre el modo y los motivos por los que surgen estas dificultades. No cabe duda de que existe la tendencia de fotografiar desde cerca a gente desconocida en plena calle, algo suscitado, en parte, al aumento de la popularidad de los fotógrafos urbanos «más descarados» como Bruce Gilden y Dougie Wallace. Hay muchos que, cuando piensan en la «fotografía urbana», se adhieren de inmediato a un enfoque tan directo como agresivo y dejan de valorar otros estilos y métodos de trabajo.

Mi intención es hacer ver a los estudiantes que la fotografía urbana integra muchos enfoques o perspectivas diferentes. ¿Un fotógrafo urbano está obligado a tomar imágenes de desconocidos en distancias cortas? Por supuesto que no. El ejemplo más claro lo tenemos en Eugene Atget, «abuelo» de la fotografía urbana y creador de unas imágenes preciosas de París (en las que aparecen personas en distancias cortas en muy pocos casos).

Pero ¿hace falta acercarse tanto a la gente?* ¿Para qué complicarse la vida? ¿Por qué hacer algo que no te convence? Hay que pensar en la fotografía urbana con una mayor amplitud de miras. Al igual que se logra plasmar la vida en las calles, es necesario considerar la captura de paisajes urbanos evocadores, imágenes abstractas sorprendentes o patrones geométricos. Así, las personas pasan a un segundo plano en favor de la arquitectura, las formas, las texturas o el fin documental, más amplio.

Con esto, mi mayor pretensión no es otra sino cuestionar los motivos por los que se toman primeros planos de gente desconocida. Lo veo bien en caso de que se trate de algún proyecto específico o con un fin bien definido, pero, de lo contrario, podría obtenerse una amalgama sin sentido de personas que caminan calles arbitrarias, algo carente de todo interés.

¡Pero que conste que no quiero disuadir a nadie de hacer lo que quiera! No cabe duda de que existe una fotografía urbana de gran calidad cuyo núcleo principal son las personas, así que veamos algunos casos en los que vencer el miedo para pasar a ser un fotógrafo urbano pleno de confianza.

Enfréntate a tus miedos

Antes de comenzar a vencer tus miedos respecto a la fotografía urbana, es necesario identificar cuáles son y, posteriormente, decidir si son racionales. En cuanto hayas logrado discernir en qué se basa tu miedo, puedes afrontar la tarea de acabar con él. Los miedos suelen estar categorizados en uno de los siguientes puntos:

  • Miedo a molestar a los demás
    • Miedo a la violencia física
    • Miedo a perder el equipo fotográfico por robo
    • Miedo a captar la atención de la policía o guardias de seguridad
    • Miedo a verse obligado a borrar ciertas imágenes
    • Miedo a que se malinterprete la intención (por ejemplo, al fotografiar niños)
    • Miedo a ser tachado como un desconocido
    • Miedo a posibles confrontaciones

En cierto punto, estos miedos son legítimos. Pero párate a pensar: si tan solo estás haciéndole una foto a alguien, ¿qué es lo peor que puede ocurrir? Cabe destacar que solo la violencia física constituye un verdadero problema, pues parece que los demás miedos, a pesar de que generan cierta incomodidad, no tendrán graves consecuencias.

También hay que tener en cuenta que ahora, cuando las personas ven a otra haciendo una foto en público, les resulta irrelevante. En una época donde todo el mundo lleva una cámara (aunque sea integrada en el teléfono móvil), hacer fotos por la calle ya es algo cotidiano y socialmente aceptado. Asimismo, sabemos que las cámaras de videovigilancia capturan nuestras imágenes en todo momento. Y en casi todas las grandes urbes, la gente está tan inmersa en su propio mundo que no llegan ni a reparar en lo que hacen los demás a su alrededor.
Sin embargo, el último punto de la lista anterior (el miedo a las posibles confrontaciones) es algo que frena a muchas personas (y casi todos los demás puntos derivan de este).

En la segunda y tercera parte de esta publicación, ofreceré algunos consejos prácticos y orientación para mejorar la experiencia de la fotografía urbana.

**Los puntos de vista y las opiniones que se expresan en este artículo son propios del autor.**