X-T5 x Katy Gómez

VER, SENTIR Y FOTOGRAFIAR

Hace mucho tiempo que la fotografía se cruzó en mi vida para hacerla más completa y feliz. Utilizo mi cámara como una herramienta que me conecta con mi entorno y me permite disfrutar de su vitalidad.

El mundo sigue siendo para mí un escenario mágico y la cámara se ha convertido en mi compañera inseparable, con ella voy narrando mis sensaciones del lugar de la misma manera que lo haría un escritor con su diario. La vida es una sucesión de imágenes y algunas son tan seductoras e íntimas, que quieres congelar ese instante especial haciendo imperecedero lo que en esencia es temporal.

Mi nombre es Katy Gómez soy veterinaria de profesión, fotógrafa por pasión y viajera sin límites por convicción. Me apasiona contar historias y aprovechar la potencia narrativa de la fotografía para expresar mis sensaciones del lugar, mientras disfruto del placer de Ver, Sentir y Fotografiar. Cuando las palabras nos eluden o se muestran imprecisas, nuestras fotografías se convierten en el lenguaje más universal y rico en matices para hablar de emociones.

Hay cámaras que te enamoran a primera vista por su estética, su ergonomía, su toque retro y su funcionalidad. Así sucedió con mi primera Fujifilm X-E2, desde entonces la serie X me acompaña como una herramienta imprescindible para contar historias. Con la nueva XT5 la complicidad fue inevitable desde el principio.

Cuando Fujifilm me propuso probar el modelo X-T5, elegí varios escenarios de la provincia de Jaén, en Úbeda, Baeza, Jaén, la Sierra de Andújar y la Sierra de Segura, para experimentar las sensaciones de esta primera toma de contacto y la versatilidad de la cámara para adaptarse a mi flujo de trabajo y a las diferentes temáticas y entornos que requiere el tipo de fotografía que practico.

Como fotógrafa de viaje y reportaje, busco un equipo compacto que me permita cargar el menor peso posible. Necesito rapidez, discreción y fundirme con el entorno así que la primera grata sorpresa cuando tienes la Fujifilm X-T5 en tus manos es comprobar que se trata de una cámara liviana, que conserva la estética retro que tanto me gusta y con un peso ligeramente inferior al de su antecesora. Mi mano se siente confortable acariciando la X-T5.

Esta cámara incorpora el nuevo sensor de 5ª generación y 40 megapíxel, dotándola de una calidad de imagen impresionante que cubre sobradamente mis necesidades. Un salto tecnológico que la equipara a otras cámaras de alta gama. Realizar recortes sin pérdida de calidad e impresiones a gran tamaño, ya no será un problema. Mis dudas se centraban en el comportamiento de la cámara en cuanto a la generación de ruido a bajas luces y el resultado ha sido excelente.

Los diales y la conformación de la botonería siguen el mismo diseño que los modelos anteriores. Su facilidad de configuración y la sencillez de su manejo me permiten adaptarlos rápidamente a una escena concreta. Es una cámara intuitiva y fácil de usar que se convierte en una extensión de mi mirada.

Un cuerpo estabilizado y un excelente comportamiento a ISO alto, me permite disparar a velocidades lentas sin que las fotografías estén trepidadas. En situaciones de poca luz ambiental o interiores puedo disparar a pulso a una velocidad de ¼ de segundo, lo que me da libertad de movimiento en plena sintonía con el fluir del momento y la espontaneidad de la toma.

Aunque en mi flujo de trabajo disparo en RAW, debo reconocer que el cromatismo y el rango dinámico en los JPEGs directos de la cámara son magníficos, con ese look Fujifilm que tanto me gusta.

Me ha sorprendido gratamente el magnífico autofoco con seguimiento y la precisión de dicho enfoque automático. La detección de caras y el enfoque al ojo, incluso en condiciones de luz escasa, son muy precisos. Para los enamorados del retrato esta mejora funcional nos permitirá olvidarnos del enfoque y concentrarnos en el poder de los ojos y su expresividad para accionar el obturador en el momento preciso.

Me fascina la fotografía porque es el único medio de expresión que fija para siempre un instante preciso y fugitivo. En fracciones de segundo tenemos que traducir en un click, lo que tu mente piensa y el corazón siente. La X-T5 con su velocidad de disparo, me permite practicar una fotografía reactiva, para no perderme el esquivo instante decisivo.

Mi impresión general de la Fujifilm X-T5, es tener en mis manos una cámara ideal para el tipo de fotografía que practico porque responde sobradamente a mis necesidades. En esta cámara he encontrado el ansiado equilibrio entre calidad, ergonomía y versatilidad, que se adapta a mi presupuesto.

El mundo es un cliché mil veces retratado, nuestro desafío como fotógrafas y fotógrafos es buscar el juego más armónico y expresivo entre luz, composición y tiempo. Subvertir la realidad para transformarla en una experiencia estética que acaricia, sorprende o golpea tus sentidos.
¿Quién quiere realidad, cuando puedes tener magia,,,?