GFX100S x Juan Manuel Castro Prieto

La fotografía es una forma de vida y una manera de comprender el mundo y a nosotros mismos

Cuando era niño había un agujero en la puerta de mi habitación y, a través de él, en la pared de enfrente se proyectaba una imagen de la calle. Veía gente que pasaba, pero estaban invertidos, cabeza abajo. No sabía lo que era la cámara oscura y para mí era algo mágico. Quizás fue ahí donde comencé a querer ser fotógrafo.

Mi fotografía tiene dos vertientes, por un lado, miro hacia el exterior y recojo con la cámara todo aquello que me produce emociones, sentimientos. Intento atrapar la memoria, muchas veces evanescente. Es una de las cualidades fundamentales de la fotografía y uno de los grandes motores de mi obra. Por otro lado, me miro a mí mismo para descubrirme y conocer mejor mis sueños, mis obsesiones y miedos.

Mis comienzos fueron con una pequeña cámara, fotografiando las personas y los lugares de mi infancia en un pequeño pueblo: Cespedosa. Después comencé uno de los grandes proyectos de mi vida en mi segundo país: Perú. Buscaba la huella de mis sueños infantiles, cuando leía los comics de Tintín. Allí he trabajado durante años con cámaras de formato medio y gran formato, con película de blanco y negro y de color.

Actualmente desarrollo un trabajo más simbólico. Partiendo de los espacios de mi niñez ya abandonados, casi en ruinas, creo naturalezas muertas con aquellos objetos que, cargados de simbolismos, me hablan de un mundo íntimo que quiere representar naturalmente lo que en realidad es una elaboración mental: mis temores a la muerte y al olvido, la fascinación por la luz en forma de rayo que invade las tinieblas. Fotografías que con el brillo del oro que las recubre revelan lo más profundo de mis sueños con imágenes inquietantes.

Cuando fotografío hacia el exterior necesito una cámara que me permita un dinamismo, una flexibilidad y rapidez para recoger lo que pasa delante de mí. Cuando miro hacia mí mismo necesito una cámara que tenga la máxima calidad de imagen y de color.

La cámara FUJIFILM GFX 100S me permite tener las dos cosas con una sola cámara. La resolución de la cámara es impresionante, y las fotografías tienen una gran profundidad y riqueza de color. Su estabilizador de imagen, su peso ligero y su ergonomía me permiten tomar fotografías en las condiciones de luz más difíciles y sin necesidad de trípode.

La fotografía me ha permitido disfrutar más intensamente la vida, conocer mejor a las personas y al mundo, y el viaje continúa.